Land Rover Santana: El coche andaluz que conquistó el campo
El Land Rover Santana fue el primer todoterreno ligero fabricado en España, con pocos meses de diferencia respecto al Jeep Viasa.
Se fabricó en la factoría jiennense de Metalúrgica de Santa Ana entre finales de 1958 y 1987 con denominación Land Rover, y desde entonces hasta 1994 bajo denominación Santana 2500 ó 3500 DL.
Casi una década después se volvió a fabricar bajo denominación Santana Aníbal, aunque sin éxito comercial. En el momento de su aparición en el mercado en versión corta de 88 pulgadas de batalla en 1959 y en versión larga de 109 pulgadas de batalla en 1960 era un vehículo importante porque éste último ofrecía una capacidad de dos plazas más 900 kg de carga ó bien (provisto de los transportines laterales) de hasta once plazas, además de sus consabidas aptitudes todoterreno, configurando un coche insustituible en agricultura, ganadería ó servicios y sólo igualado unos años más tarde por los Jeep SV.
Los Land Rover 88 y 109 se fabricarían durante cerca de cuatro décadas en multitud de versiones que respondían a todas las necesidades: caja abierta, techo de lona, techo metálico, chasis cabina, cinco puertas, cabina adelantada, alargados especiales para carga ó ambulancia.
Es un coche universalmente conocido y querido, siendo legión los aficionados a los clásicos que disponen de uno ó varios en perfecto orden de marcha.
El Origen del Land Rover
Los orígenes del Land Rover se remontan a 1947 en que los hermanos Maurice y Spencer Wilkis, jefe de diseño y directivo respectivamente de la firma británica Rover, inspirados por el éxito del Jeep Willys americano, crean en su propia granja un prototipo similar con motor Rover y conducción central, previsto para especificaciones militares.
La idea era lograr un todoterreno exportable a países del tercer mundo que permitiese el aumento de los cupos de materias primas que Rover necesitaba y que el gobierno inglés otorgaba a las empresas en función de sus exportaciones.
Este modelo llamado Serie I se presentaría en Amsterdam en 1948 y su singularidad lo convirtió pronto en un vehículo multiuso no sólo para aplicaciones militares sino también civiles en todos los ámbitos.
Estaba fabricado con chasis de acero y paneles de aluminio, puertas y capota desmontables y equipó en su primera versión comercial anglosajona un motor Rover gasolina 1600 cc de 51 CV , ejes rigidos y suspensión por ballestas y transmisión permanente a las cuatro ruedas, desarrollando una velocidad máxima de 90 km/h.
El éxito del modelo fue tal que desbordó las previsiones más optimistas, doblándose la producción anualmente y dando un giro a la situación de la marca gracias a este modelo.
Los Land Rover en España
El éxito del modelo Land Rover particularmente para su uso militar y policial en muchos países europeos hizo que Rover, que no daba abasto ante la inesperada demanda del modelo licenciara su fabricación casi desde el inicio a la República Federal Alemana en el caso de Tempo, donde equiparía a la guardia que custodiaba la frontera con la Republica Democrática Alemana, ó a Bélgica en el caso de Minerva , donde equiparía al ejército y la gendarmería.
Nuestro país no sería una excepción puesto que se importarían tanto Land Rovers como Minerva al servicio de las fuerzas motorizadas de la Guardia Civil y la Policía Armada.
El «Plan Jaén»
A causa de la dureza de los años de posguerra, acentuados por el bloqueo económico a España y por la sequía de finales de los años 40 las provincias de Jaén y Badajoz sufrían un problema humanitario de primer orden. En muchos lugares era tal la escasez de trabajo más allá de las campañas agropecuarias que había familias que morían de hambre, en el sentido más crudo y riguroso de la palabra.
El régimen franquista impulsaría planes de desarrollo específicos para estas dos provincias, donde se comprometerían altas inversiones para diversificar la actividad económica.
En el caso del Plan Jaén de 1953, estas inversiones acabarían en un sonado fracaso por muy diferentes motivos, pues no consiguieron frenar ni la emigración ni la excesiva interdependencia económica del campo y su estacionalidad. Sin embargo dentro de las políticas adoptadas en su seno se fundaría en 1955 la empresa Metalúrgica de Santa Ana en la ciudad de Linares. Y este proyecto sí que llegaría a cuajar siendo uno de los pocos que consiguió los objetivos planteados entonces.
Metalúrgica de Santa Ana
La actividad inicial de Metalúrgica de Santa Ana S.A. , llamada así por la partida en que se ubicó la fábrica fue la fabricación de maquinaria agrícola para nutrir la entonces incipiente mecanización del campo. Entre el accionariado figuraban varios fabricantes de maquinaria agrícola extranjeros, otro de apoyos metálicos, varias personalidades afines al régimen y Rover Company Limited como socio tecnológico. La planta se inauguró en 1956 y las negociaciones para comenzar a fabricar bajo licencia los exitosos Land Rover no se demoraron mucho.
Aunque la fabricación de Land Rovers Minerva en Bélgica cesó también en 1956 por una serie de desencuentros con la matriz Rover, y la intención de ésta era aprovechar la maquinaria y utillajes del Serie I para arrancar en Linares, afortunadamente el primer Land Rover fabricado en España sería el modelo denominado Serie II, una renovación del Serie I aparecida en 1958 para conmemorar los diez años del nacimiento del coche.
El Land Rover Serie II tenía una batalla de 88 pulgadas frente a las 80 del modelo original, y estaba disponible inicialmente con motor de gasolina 2.2 litros Su diseño se caracterizaba por ser más limpio y anguloso que el de su predecesor . Este diseño se mantendría con muy pocas variaciones durante prácticamente toda su larga vida comercial.
Las primeras unidades del 88 pulgadas se comercializaron en 1959 en su versión descubierta. A finales de ese mismo año se ofrecería con techo rígido, y en 1960 se fabricaría en Linares la versión larga de batalla 109 pulgadas que equiparía el mismo motor que su versión de batalla corta.
El techo rígido era del tipo safari, con dos cuerpos separados por una cámara de aire, y cuenta con una pequeña ventanilla lateral, que sería ampliada en versiones posteriores.
Por tratarse de un vehículo especial y versátil los cuerpos policiales para los que ya se venían importando unidades desde el extranjero mostrarían mucho interés en estos vehículos.
Evolución del Land Rover español
Land Rover Serie II-A
A la serie II le sustituiría en 1962 la serie II-A, con muy pocas variaciones respecto a la anterior, siendo la más destacada la incorporación de la versión Diésel, a la postre la más interesante, con un motor de 2.2 litros y 62 CV de potencia.
Contaban con caja de cambios de 4 velocidades y marcha atrás con caja reductora que permitía ocho relaciones hacia adelante y dos hacia atrás. La tracción era total y desconectable de las ruedas delanteras mediante mecanismo en el buje. Su velocidad máxima ha estado siempre al filo de los 100 km/h hasta los años 80 en que aparecieron las versiones turbo que le dieron algo más de brío.
Como corresponde a su vocación militar, rural e industrial eran muy espartanos, contando con las mínimas comodidades; unas entradas de aire fresco frontales, limpiaparabrisas en las lunas accionados de forma independiente, un asiento corrido delantero, un cuadro de instrumentos central con velocímetro, nivel de combustible, amperímetro y diversos testigos y en la parte trasera transportines transversales al sentido de la marcha, dos en la versión 88 y cuatro en la versión 109.
Las reacciones del vehículo hacían estos transportines verdaderamente incómodos para el pasaje, y no sería hasta la aparición del Land Rover de cuatro puertas en 1968 cuando el coche tuvo unas plazas traseras dignas de tal nombre en el sentido de la marcha, aunque conservaba transportines en la parte posterior de la caja.
Este modelo se produciría en la planta española durante el periodo de mayor pujanza de la firma y abastecería no sólo el mercado interior sino que se destinaría también a la exportación en mercados como Colombia, Costa Rica ó Marruecos; en esos años la fábrica alcanzaría su máximo esplendor.
En 1970 aparecería la versión 88 Especial, que se caracterizaba por incorporar mejores acabados interiores y guarnecidos, lunas traseras suplementarias y ventanillas alpinas en el techo que mejoraban la luminosidad interior, tapacubos cromados y faros encastrados en las aletas delanteras conservando los faros interiores junto a la calandra que equipaban los 88 y 109 normales, aunque poco después desaparecerían, pues un cambio en el reglamento de vehículos a motor definiría unas distancias máximas entre los faros y el extremo del vehículo que obligarían a montarlos exclusivamente en las aletas. Este cambio lo hubieron de realizar también los usuarios para adaptarse a la nueva normativa.
En 1971 haría su aparición la versión 109 Especial de 4 puertas adoptando todas las mejoras que caracterizaban a su hermano menor el 88 Especial. Este modelo de Land Rover para muchos ha sido el mejor y más equilibrado producido en la planta andaluza.
Land Rover Serie III
En 1974 se realizarían mejoras también en los Land Rover 88 y 109 básicos que configurarían la denominada Serie III, distinguible por la calandra de plástico ó un nuevo salpicadero con tablero de instrumentos frente al conductor. Hasta entonces y en todos los casos se montaban las mismas motorizaciones de 2.2 litros gasolina ó diesel y que se ganaron una justa fama de fiables y duraderas. Esta serie iría incorporando progresivamente mejoras procedentes de otras versiones , como capó renovado, ventanillas descendentes , ventanillas alpinas ó parabrisas único con tres escobillas.
En 1976 aparece el Land Rover Santana 109 6 cilindros, distinguible por la calandra enrasada con los faros al objeto de alojar el motor de mayores dimensiones. Este motor de 3,5 litros y derivado del 2.2 de cuatro cilindros desarrolla una potencia de 104 CV en gasolina y 94 CV en diésel.
En 1978 se lanza la versión Especial de este modelo de 6 cilindros y que se denominaría Cazorla, caracterizado por sus dobles ventanillas alpinas y sus faros rectangulares.
En 1980 aparece el 88 Ligero, que es una versión civil del 88 militar aligerado y orientado a un uso lúdico y para el público joven.
En 1983 aparecen las versión Super y Turbo, estéticamente reconocibles por la calandra de lamas negras. La versión Turbo aumentaba la potencia del 4 cilindros diesel a los 75 CV.
Santana Serie IV
Por último en 1987 se realizaría una última renovación de la gama, que con los rasgos estéticos que caracterizaban a los Super y Turbo, pasos de rueda ensanchados y otros detalles se bautizaría como Santana 2500 y 3500 según su motorización de 4 ó 6 cilindros.
El adiós a Rover
La matriz inglesa Rover y el sector automovilístico británico en general arrastraba desde mediados de los 70 una enorme crisis que hizo mella en los acuerdos con Metalurgica de Santa Ana, ó Land Rover Santana al punto de rescindir el acuerdo en 1989. Los Santana 2500 y 3500 de 1987 quedaban en franca desventaja con la competencia pues en los últimos años no habían evolucionado a la par que los ingleses Defender.
Pasando a ser Suzuki el nuevo socio tecnológico en virtud de unos acuerdos adoptados paralelamente a la marcha de Rover, comenzaría entonces una auténtica odisea para la planta andaluza con el triste resultado del cierre definitivo de esta otrora próspera fábrica, y que incluyó un último intento para revivir este modelo 109 con el Aníbal de 2003.
Ni el Anibal, ni su versión mejorada realizada en colaboración con IVECO, el Massif y que fue el último cartucho de Santana tuvieron éxito comercial: el mercado quería vehículos polivalentes capaces no sólo de aptitudes todoterreno sino también de desplazarse rápida y cómodamente por carretera, y ahí no podían competir con otros coches de concepción más moderna.
Existe en Youtube un video que explica detalladamente la historia de la única gran fábrica de automóviles que ha habido en Andalucía y que si estás interesado en el tema es de visión obligada:
Otros modelos producidos en Linares
La diversificación de la que hacía gala Metalúrgica de Santa Ana desde sus inicios no sólo llegó a la fabricación de todo terrenos, sino que también se produciría en 1964 un furgón bajo licencia Rootes denominado Commer Santana. Se trataba de un furgón capitoné de puerta corrediza , dotado de rueda gemela y de gran capacidad (2000 kg y 10 m3) muy al estilo anglosajón que se produciría hasta 1970.
A los niños de los 70 este Commer Santana siempre nos inspiraba al furgón de S.W.A.T. , ó aquí «Los hombres de Harrelson» que podíamos ver en la tele en esa época.
En 1967 se desarrollaría el Santana 1300, que fue una versión del 109 con cabina adelantada que le confería una mayor capacidad de carga al alojar a conductor y acompañante sobre el motor. Si bien sólo se produjo aquí, estaba inspirado en la versión inglesa Forward Control. Fue un vehículo muy utilizado para el transporte de tropas y también en extinción de incendios.
A este modelo le sustituiría una evolución sin parangón alguno en Rover: el Santana 2000, también de cabina adelantada pero con un diseño que permitía una aún mayor versatilidad, por lo que fue ampliamente usado sobre todo en el ámbito forestal y en extinción de incendios. En estos modelos resultaba curiosa la forma del peldaño de acceso a cabina que era un aro colocado en la propia llanta de la camioneta.
El Land Rover Santana 109 Serie II-A a escala 1:43
He aquí mi versión a escala 1:43 del Land Rover Santana 109. He elegido la versión de techo rígido de tres puertas porque fue con mucho la más usada en el mundo rural. Aparecida en 1960, evolucionaría ligeramente con unas ventanas laterales de mayores dimensiones.
La unidad que reproduzco es de 1967 en uno de sus colores más característicos. Se distingue por sus faros centrales, parabrisas doble, pilotos cónicos pequeños y tablero de instrumentos central sobre la chapa. Este modelo llevaba la rueda de recambio en el interior de la caja, pero no pocos usuarios la colocaban sobre el capó delantero con unos soportes sacrificando visibilidad , ya muy limitada en este coche, pero ganando más en capacidad interior.
Como todos los que presento su carrocería está hecha en impresión 3D de resina, y el chasis e interiores en FDM.
La matrícula de Jaén en homenaje a Linares es ficticia, pudiendo corresponder a otro vehículo.
Bibliografía:
«Nuestros clásicos industriales 1950-1990» Javier Navarro Fortuño, Ed. Temporae, Madrid, 2021.
«Nuestros queridos coches». Ediciones Altaya, Madrid, 2003
«El automóvil en España». Manuel Lage. Susaeta ediciones, Madrid, 2014
Webgrafia:
Wikipedia
PRÓXIMAMENTE:
LAND ROVER 88 Guardia Civil: La Patrulla Rural