
A principios de los 70 aparecieron en el mercado europeo dos utilitarios destinados a cambiar las reglas del juego desde entonces: fueron los SEAT 127 y los Renault 5. Estos coches resultaron ser todo un acierto pues conjugaban espacio en unas dimensiones contenidas, derivadas de su motor y tracción delanteras con un excelente rendimiento, comportamiento y consumos contenidos.
Adaptar utilitarios a un uso familiar no era nuevo aquí, pues ya se había realizado con el 850 (y se seguiría realizando con el 127 4P que puedes ver aquí), alcanzando a un público familiar atraído por las ventajas de estos coches sin renunciar a una mejor accesibilidad.
En el caso de nuestro coche de hoy el reto era mayúsculo porque suponía adaptar un utilitario moderno y exitoso como el Renault 5 a cuatro puertas, hacerlo sedán con maletero separado muy al gusto español (para polivalentes ya teníamos excelentes coches de cinco puertas para todos los bolsillos) y además hacerlo con vistas a sustituir a nada menos que el Renault 8.
Y FASA Renault superó el reto con nota con el Renault Siete.
Un diseño controvertido
Siempre se ha tomado al Renault Siete como un modelo genuinamente español, y ciertamente fue aquí donde se desarrolló, fabricó y comercializó por parte de FASA Renault, siendo exportado con cuentagotas y no fabricándose en ningún otro país del mundo.

Lo cierto es que entonces se trató de un diseño controvertido, porque este coche fue para muchos una versión exótica y mucho menos armoniosa que el modelo del que derivaba, el entonces rabiosamente moderno Renault 5.
Quizá si se hubiese sabido entonces que Michel Boué, el diseñador de la Régie tempranamente desaparecido que creó el Renault 5, había esbozado en 1968 unos bocetos con cuatro puertas y maletero idénticos a nuestro Siete, este diseño hubiese recibido en casa mucho mejores críticas que las que recibió en cuanto a estética.

El lanzamiento del Renault Siete se anunció a bombo y platillo para 1974 especulando la prensa de la época en cómo sería ese utilitario de Renault apto para familias tan al gusto del consumidor español, de bolsillo modesto y amplias necesidades.
Desgraciadamente y justo después de la presentación a la prensa del Renault Siete, un trágico incendio nunca aclarado en la nave de pintura de la fábrica Renault de Valladolid se llevó la vida de 10 trabajadores y de forma colateral retrasó la llegada del R Siete al mercado hasta que no se recuperó la normalidad ya en fin de año.

Línea de amplio confort
El modelo se presentó a la prensa en Murcia , en la manga del Mar Menor, en Octubre de 1974. Contó en su debut con un motor ligeramente mayor que el del R5, basado igualmente en el bloque “Sierra” y que se montaría posteriormente en los R5 y R6 GTL, de 1037 cc y 50 CV de potencia, cinco caballos más que se juzgaron algo cortos para el incremento de peso y longitud que suponía el R Siete respecto de su hermano de dos puertas. Esta cilindrada, adoptada justo bajo el límite fiscal imperante entonces, le daba al coche un plus de competitividad al estar exento del entonces denominado Impuesto de Lujo.

Su comportamiento era tan bueno como el del R5 con una batalla sensiblemente mayor , y lo más destacable del coche fue sin duda la notable amplitud de las plazas traseras y del maletero para ser un modelo englobado en la categoría de utilitarios, lo que demostraba lo acertado del planteamiento de convertir a un utilitario en un turismo. Los acabados interiores también mejoraban al R5 con un tablero muy diferente de aquél aunque se echaban de menos guanteras algo más capaces.

El Siete era un coche que sin ser prestacional, ni especialmente atractivo, ni destacar por sus acabados, sí que cumplía perfectamente su cometido y además con nota: tal y como rezaba su primer eslogan en el adhesivo de su luna trasera “Línea de amplio confort” : que una familia y su equipaje viajara con un confort notable a un precio contenido (alrededor de 160.000 pesetas).


Evolución del Renault Siete
El coche funcionó muy bien desde el principio, y fueron muy pocas las modificaciones que se realizaron a lo largo de su vida comercial, muy en linea por otra parte con la política de FASA de entonces.
Así a finales de 1975 apareció la versión TL, con ligeras diferencias respecto al básico como tiras laterales, retrovisor día-noche , climatizador y limpiaparabrisas de dos velocidades ó lunas tintadas en verde.
La motorización seguía siendo la misma que en el modelo básico con ligeros cambios en el desarrollo del cambio y convivió con el mismo hasta finales de 1977.

A finales de 1978 se realizaría el segundo cambio en el coche, y el más notorio, pues se modificaron numerosos elementos entre los que destacan los grandes pilotos traseros con luz de marcha atrás, los tapacubos, la ausencia de cromados en pro de molduras mate, embellecedores de mayor anchura ó topes de goma en los parachoques. Mecánicamente se incorporó servofreno, y en el interior nuevos asientos, volante de cuatro radios y tablero mejorado, además de cinturones de seguridad inerciales. Además su nomenclatura también cambió a Renault 7 (con número).


La última versión del Renault 7 llegó a la gama en 1980 año en que los modelos utilitarios de la marca del rombo pasaron a montar un motor de 1108 cc que si bien entregaba menor potencia que el anterior (45 CV) ganaba en elasticidad y economía de consumo. Además del nuevo motor se renovaron los asientos incorporándoles reposacabezas, y otros detalles y refinamientos que mejoraban mucho el modelo.



El Renault 7 se comercializó hasta 1984 y no tuvo sustituto natural en la gama. Sin embargo el concepto de utilitario con cuarto puertas y maletero separado sí que tuvo continuidad en otras firmas en los años sucesivos, como por ejemplo los Corsa TR ó los Seat Málaga derivados del Ibiza.
En total se fabricaron 160.000 unidades del coche, la mitad de las cuales fueron del modelo TL en el momento de su mayor impacto comercial.
Este coche, olvidado durante años en pro de otros modelos más populares, disfruta hoy de una segunda juventud y de un club de propietarios muy dinámico que recientemente ha celebrado los 50 años del modelo.
El Renault Siete a escala 1:43
Esta es mi maqueta del Renault Siete a escala 1:43, de diseño totalmente original y fabricación a impresión 3D.
Es un primera serie (llamado AR) , color amarillo claro (ó eresma) , que se caracteriza externamente por la ausencia de banda decorativa lateral que se montaba únicamente en las versiones TL desde finales de 1975.
Tanto el coche como la matrícula son reales y un tributo al que fue nuestro coche familiar.
Posdata
Cuando mi familia crecíó con un hermanito y el seiscientos se nos quedó pequeño apareció en el mercado la solución: mecánica fiable, plazas traseras amplias y precio contenido. Mi padre en cuanto conoció la salida del Renault Siete ya lo encargó al Agente Renault local, el Señor Güerri.


Solía decir que antes de su entrega había estado expuesto en el escaparate del concesionario y no le faltaba razón porque es una de los poco más de mil unidades que se fabricaron en 1974 y de las que hoy día quedan muy pocas.

Siendo ya pollo llega el momento en que un día tu padre te dice: “baja y ponte al volante”. Ese día a quienes nos gustan los coches no se nos olvida. Los domingos de prácticas al volante del R- Siete bajo la prudente supervisión de mi padre por caminos y carreteras de mi tierra natal fueron mi inolvidable escuela de conducción.
Recién estrenados los 90 el coche pasó a mis manos, le puse volante y tablero de segunda serie y he de decir que disfruté con él tanto como si hubiera sido un R-21 Turbo.
Después de éste han venido muchos automóviles más, pero el Renault Siete siempre será para mí el coche más especial.
Bibliografía / Webgrafia
Renault 5. Turismo y competición. Angel Campos. Edicions Benzina, Mataró , 2005
Nuestros queridos coches Años 80. Editorial Altaya, Barcelona, 2005
Renault 7 Siete Club. (www.renault7.es)
Pruebas del Foro de “Piel de Toro”
PROXIMAMENTE:
SEAT 850 COUPE: El primer deportivo de SEAT













